Tu fértil morada es la mente.
La dualidad, tu vehiculo de expansión incesante.
Dónde habita el secreto para vencerte?
En ocaciones la batalla se vuelve extenuante
presagiando pequeñas muertes, suturadas a pieles de recuerdo...
Cuántas ilusiones albergan los legados del hombre racional!
Tantas como escritores, como pensantes, como sensibles seres existentes...
Oh Maya! pocos conocen tu secreto...
Algo en mi muere cada día haciendome libre.
Una luz brilla un poco mas intensa en mi corazón...
Para poder correr tus velos, Oh Maya...
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