jueves, 24 de junio de 2010

Surem



"En aquellos remotos tiempos, en que bastaba desear una cosa para tenerla,
existía una Energia superior llamada Poder de Intento.

Existieron entonces, Seres que poblaron la tierra
y que ahora se encuentran retirados en lugares aislados, no tan secretos,
pero inaccecibles a nuestra antagónica perspectiva racional.
Bien sabido es, que en este territorio de materia viviente que nos sostiene,
emergen cerros y desiertos habitados por seres encantados...
Pájaros que hablan, árboles que suspiran oníricos cantos,
cristales que danzan, tortugas gigantes que recuerdan la historia de la creación...
Seres que pueden adoptar la forma que deseen para hacerse visibles a nuestros ojos, tan tristemente condicionados por la costumbre y el apego a su frágil seguridad.
Seres que aún hoy, habitan en una realidad aparte: Un universo paralelo y oculto.
Estos poderosos nómadas no conocían la enfermedad o la muerte, podian oir las historias del viento, y convivir en perfecta armonía con animales o plantas
comunicándose entre ellos en un lenguaje Uno.
Existía también, un gran Arbol cósmico,
que enraizado en el suelo extendia sus ramas hasta el fin de los cielos...
A quien El Gran Espíritu susurraba el conocimiento sagrado de la vida y su verdadero sentido.
Profetizó mensajes de tiempos próximos al cambio:
Muerte para sus ritos, muerte para sus hermanos animales y plantas, junto a la siembra de miedos inventados por una mente desamorada que sedienta de poder, esparció violenta persuación y dominio sobre la Vida.
En su conocimiento Eligieron.
Algunos de ellos huyeron antes que llegase el futuro.
Otros se escondieron bajo tierra..."

Todo lo que existe se encuentra dentro del círculo.
Todo está unido, ligado.
Todo lo que vemos y no vemos está tejido en una Gran Red.
Aunque a su vez, cada minúscula particula vibra en su propia e inconfundible frecuencia.
Los seres humanos hemos olvidado ese Poder de la percepción mas allá de los sentido físicos:
Ese conocimiento silencioso que flota esta eternidad presente aún,
lentamente silenciada por la tecnósfera y el olvido de su vital existencia.
Esta red compuesta de energia puede ser recreada en el Poder del Intento a cada segundo...
Y aun podemos despertar del ensueño sin desperdiciar el tiempo que nos ha sido regalado.
Honrar con respeto esa fuerza invisible que da latidos a tu corazón,
y hace que vuelva a nacer la mañana en la dimensión indetenible del tiempo...
Sencillamente produciendo transformaciones contundentes a nuestro andar,
y en su huella espejada en nuestros congéneres...
Hoy desde esta hormiga, pero conciente existencia reclamo:
Que ese conocimiento sagrado nos sea devuelto otra vez...

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